Nuestro viaje a Viena | Viena en 5 días
En enero de 2022, mi madre y yo cogimos un vuelo rumbo a Viena, una ciudad en la que nunca habíamos estado y a la que le teníamos muchísimas ganas desde hacía bastante tiempo.
Elegimos las fechas bastante al azar, sobre todo porque hacía poco que habían retirado las restricciones para viajar por Europa y teníamos muchas ganas de volver a viajar.
No quisimos retrasarlo más y nos decantamos por las primeras fechas económicas que encontramos. Si todavía no has comprado los vuelos, quizás te interese primero conocer cuál es la mejor época para viajar a Viena (o la que más te pueda convenir).
¿Quieres conocer en detalle cómo fue nuestro viaje por Viena? ¡Te lo contamos!
DÍA 1 – VIAJE, HOTEL Y PASEO NOCTURNO
Nuestro vuelo despegó del Aeropuerto de Barajas (Madrid) alrededor de las 10 de la mañana del 10 de enero de 2022, y llegamos a Viena unas dos horas y media después.
Una vez allí, decidimos realizar en tren el traslado desde el aeropuerto de Schwechat hasta el centro de la ciudad, ya que nos parecía la mejor opción relación calidad-precio.
Tras aproximadamente unos 15 minutos, llegamos a la Estación Central de Viena, donde compramos el abono transporte de siete días y desde donde cogimos el metro por primera vez hasta llegar a la parada más cercana a nuestro alojamiento: la Pensión Madara.
En los meses de invierno, en Viena anochece súper pronto, por lo que a esas alturas ya empezaba a esconderse el sol (sobre las 16:00 de la tarde). Después de hacer el check in y conocer la zona del hotel, nos fuimos a la Ringstrasse para dar un paseo nocturno por la zona del Parlamento y el Ayuntamiento.
DÍA 2 – FREE TOUR, ÓPERA DE VIENA Y MÁS
Empezamos el segundo día en la zona de la Ópera, ya que teníamos reservado el Free Tour por el centro histórico de Viena y empezaba muy cerca de allí. Para hacer tiempo sin morir de frío, nos tomamos un café en el Starbucks que está ubicado justo delante de la Ópera.
Pusimos rumbo a Albertinaplatz, donde nos encontramos con la guía y el resto del grupo, y empezamos el free tour. Durante toda la mañana pudimos conocer en detalle lugares emblemáticos de Viena, como la catedral de San Esteban, la Casa de Mozart o la plaza Neuer Markt.
El tour finalizó cerca de donde había empezado, así que decidimos comprar las entradas para la visita guiada por el interior de la Ópera de Viena. Después de unos 40 minutos y de tener la oportunidad de sentarnos en el patio de butacas de una de las óperas más importantes del mundo, nos acercamos a un puesto de comida callejera para probar la salchicha con queso, una de las comidas más típicas de Austria.
Pasamos el resto de la tarde paseando por Viena y conociendo otros puntos de interés turístico, como la Musikverein, Karlsplatz, la Iglesia de San Carlos Borromeo, el Monumento a Mozart o Maria-theresien Platz.
Para finalizar el segundo día a lo grande, nos fuimos a conocer el histórico Café Central, donde probamos el Apfelstrudel y el Café Melange.
Después de un largo paseo por una de las calles más comerciales de la ciudad -que conecta la Catedral de San Esteban con la Ópera de Viena-, cogimos el tranvía para ir hasta el barrio de Neubau y probar el famoso Wiener Schnitzel en el restaurante Schnitzelwirt. ¡Recomendadísimo!
DÍA 3 – PALACIOS, NASCHMARKT Y PRATER
El tercer día lo empezamos, como no, en el tranvía, pero esta vez poniendo rumbo al Palacio de Schönbrunn, uno de los lugares más importantes de la ciudad.
Decidimos no quedarnos con las ganas de conocerlo por dentro, así que compramos las entradas para el Gran Tour. Al terminar, entramos a los jardines del palacio, cuyo acceso es totalmente gratuito.
Aunque hacía bastante frío, no nos íbamos a quedar con ganas de nada, así que decidimos subir hasta lo alto de la colina, donde se encuentra la Gloriette.
Al terminar nuestra visita, cogimos el metro para desplazarnos hasta Naschmarkt, donde dimos un paseo entre sus tiendas y puestos callejeros y donde aprovechamos para comer.
Como no habíamos tenido suficiente con un palacio, cogimos el tranvía para ir hasta el Palacio Belvedere, actualmente convertido en el museo que alberga obras tan importantes como “El Beso” de Gustav Klimt. Decidimos no entrar, así que lo que hicimos fue pasear por sus jardines.
Varios tranvías después, fuimos a conocer el edificio Hundertwasserhaus y, posteriormente, el parque de atracciones Prater. Queríamos subir a la noria Gigante, pero estaba cerrada por la pandemia y no pudimos hacerlo.
DÍA 4 – CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE MAUTHAUSEN
Teníamos claro que una de las cosas que queríamos hacer durante nuestro viaje a Viena era visitar el campo de concentración de Mauthausen, que se encuentra a unos 160 kilómetros de la capital.
Nosotras decidimos ir por libre, y como no había prácticamente información en internet, fue una verdadera odisea dar con la tecla y conseguir que todo saliera bien. Tuvimos varias meteduras de pata, pero finalmente lo conseguimos.
Empezamos “la excursión” en la Estación Central de Viena, donde cogimos un tren regional hasta el pueblo de St. Valentin. Allí tomamos un segundo tren para llegar al pueblo de Mauthausen, desde donde cogimos un taxi para llegar hasta el campo de concentración.
No era el primer campo de concentración que visitábamos, y sabíamos que este tipo de visitas nunca son fáciles de asimilar, pero, sin duda, es algo que recomendamos encarecidamente.
Tras varias horas visitando el campo y el Memorial, pusimos rumbo a Viena, donde llegamos prácticamente a la hora de cenar.
Directamente nos fuimos al Vapiano, una franquicia de comida italiana que nos gusta mucho y a la que vamos siempre que tenemos oportunidad. Además, el Vapiano del centro de Viena es súper original, ya que su fachada está ambientada como “Moulin Rouge”.
DÍA 5 – STEPHANSDOM, HOHER MARKT Y COMPRAS
Empezamos el quinto día en la Catedral de San Esteban, la imagen más emblemática de la ciudad. El día que hicimos el free tour pudimos verla por fuera, pero no queríamos volver a Madrid sin haberla conocido por dentro y sin haber subido a una de sus torres.
Nosotras decidimos subir a la torre norte, donde hay una perspectiva muy bonita del tejado de azulejos de la catedral y donde se encuentra también la Campana Pummerin.
Al terminar, nos dirigimos hasta Hoher Markt para ver el “espectáculo” que ofrece el Reloj Anker todos los días a las 12:00 del mediodía. Aprovechando que en la misma plaza había un puesto de salchichas, nos comimos nuestra segunda Käsekrainer.
Después de comer, dimos un paseo por el casco histórico de Viena, fuimos a conocer el Stadtpark y aprovechamos para hacer algunas compras en las calles más comerciales de la ciudad.
Después hicimos una parada en el Café Sacher, para probar la famosa tarta Sacher, creada en Viena hace más de 150 años.
Como era nuestra última noche, fuimos a cenar comida tradicional austriaca a un restaurante que nos habían recomendado: Centimeter. ¡Nos gustó muchísimo!
DÍA 6 – ÚLTIMAS HORAS EN VIENA Y VUELO DE VUELTA
El vuelo de vuelta a Madrid salía a las 12:30, así que después de desayunar por la zona de nuestro hotel, hicimos el check out y pusimos rumbo al aeropuerto, donde nos esperaba el avión que nos llevó de vuelta a Madrid.
¿Necesitas ayuda a la hora de organizar tu viaje a Viena? Puedes visitar nuestra guía de viaje o enviar un email a info@pasaporteandonos.com con tus preguntas. ¡Estaremos encantados de ayudarte!
